Sauna con Vapor
Reza un proverbio vikingo que en la sauna se evapora hasta la ira. Y es que este medio de relajación ofrece incontables ventajas: desintoxica la piel, purifica el organismo, dilata los bronquios, regula la presión sanguínea, mejora el ritmo cardíaco y circulatorio.
Sin embargo, para sacarle el máximo provecho y evitar posibles riesgos hay que conocer muy bien su funcionamiento y si se tiene alguna duda sobre la conveniencia de su uso, se debe pedir consejo médico.
Los característicos baños sauna se toman en cuartos de madera (tanto sus paredes como los asientos se construyen de este material), que contienen una estufa alimentada originalmente con leña, hoy con electricidad. Ésta calienta piedras, a las que se arroja agua para generar vapor, intensificar el calor y estimular la transpiración. El calor dilata los vasos capilares de la piel para mantener la presión sanguínea, que en un principio tiende a disminuir. El ritmo cardiaco aumenta hasta multiplicarse por dos y hasta por tres. Esto se traduce en una incremento de la circulación en la superficie de la piel, parecido al que se origina cuando caminamos rápido.
Valor terapéutico del vapor
1. Mejora la circulación cardiovascular. Gracias a que el corazón acelera sus latidos para llevar sangre hasta la superficie de la piel con la finalidad de enfriarla, la velocidad circulatoria elimina más deprisa las toxinas del organismo.
Un estudio japonés indica que el uso de la sauna templada (alrededor de 60º C) puede ayudar a pacientes con fallos cardiacos congestivos a mejorar su eficiencia de bombeo cardiaco y su flujo sanguíneo.
2. Mejora la respuesta del sudor: el cuerpo caliente respira para enfriarse, utilizando las glándulas sudoríficas y manteniendo funcional la respuesta del sudor para favorecer la regulación termal fuera del baño.
3. El vapor es un buen estimulante de la piel. Mejora la hidratación y produce una limpieza profunda.
4. Elimina toxinas y minerales pesados. Se ha comprobado que además de expulsar toxinas, los baños de vapor, y particularmente la sauna, pueden llegar a eliminar ciertos minerales del cuerpo como el plomo, uno de los más pesados.
5. Alivia el dolor y las molestias. Esto se debe a que el vapor, además de mejorar la circulación, permite la emisión de endorfinas y calienta las articulaciones rígidas. Un cuerpo caliente es menos sensible al dolor.
6. Ayuda al sueño. Al relajar el cuerpo y eliminar muchos de los dolores, los baños de vapor contribuyen a dormir mejor.
7. Alivia las molestias de la artritis. El vapor puede reducir los efectos de la artritis reumatoide.